"Prefiero a políticos con mejor educación", dice Pedro en el blog "No quiero ser funcionario". En el artículo el autor considera necesario que todo político sea licenciado exigiéndole además complementar su formación con un MBA o un doctorado, y con experiencia previa en la empresa privada. Luis Garicano compara en este post los currículums del gobierno chileno y los del español.
Lejos de caer en la "titulitis", tanto en la empresa privada como en cualquier otro tipo de organización un título universitario sirve a la dirección para asegurarse ciertas capacidades y experiencias en el candidato, si bien no es la Universidad la única forma de adquirirlas. Dice El Blog Salmón: un título significa que tenemos capacidad de aprender, de adaptarnos a lo que se nos demanda, de manejar conceptos más complejos, de obtener información por nuestra cuenta, etc.
Bajo mi punto de vista la formación universitaria es muy importante a la hora de seleccionar a alguien al frente de un equipo, pero hay otros requisitos igual o más importantes que los puramente técnicos que son innatos o que se adquieren con la experiencia: la confianza, el liderazgo o el poder negociador son algunos de ellos.
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